“Sin chamarra, sin corbata y sin pose”. Éste bien podría ser el lema de Mazatlán, un destino de playa, diversión y cultura sin pretensiones. Mazatlán es un eterno favorito de quienes huyen del frío y buscan un entorno cálido y acogedor. Dotado de una costa salpicada de paradisíacas islas, un hermoso paseo marítimo, kilómetros de playas doradas y lagunas azules, este sitio realmente hace honor a su apodo, «La Perla del Pacífico».
Al planear tus vacaciones, algunas veces tienes que decidir: ¿sol y arena o cultura e historia? Mazatlán es uno de los pocos destinos turísticos que ofrecen ambas opciones. En la nueva Zona Dorada, desarrollada en la década de los sesenta, encontrarás una gran cantidad de hoteles, tiendas, bares y restaurantes repartidos a lo largo de playas idílicas; al mismo tiempo, en el Viejo Mazatlán o el centro histórico la vida continúa como lo hacía antes de que los turistas llegaran a los mercados, cafés, iglesias y plazas sombreadas de los barrios tradicionales.
Pronto te darás cuenta de que los mazatlecos, como se llaman a sí mismos los locales, son amigables, divertidos y serviciales. Cualquier época del año es buena para merodear por cafés y restaurantes. Sin embargo, también puedes unirte a la celebración más famosa del pueblo, durante la cual los locales festejan y bailan en las calles: el carnaval
Es fácil llegar a Mazatlán; puedes hacerlo a través de las autopistas, el aeropuerto internacional o la marina. Para pasar la noche, encontrarás desde pequeños hoteles familiares hasta lujosas propiedades en la Zona Dorada, que se complementan con cenas gourmet y spas.